Datos sobre Malasia

Malasia: el corazón multicultural del sudeste asiático

Malasia es mucho más que playas y selvas: es un país donde tres culturas principales —malaya, china e india— coexisten y dan forma a una identidad única. Esto se refleja en todo: desde la arquitectura hasta la comida, las religiones y las festividades.

Su capital, Kuala Lumpur, es una ciudad futurista donde las Torres Petronas, de 452 metros de altura, dominan el skyline, mientras abajo se vive a ritmo de mercados callejeros y templos centenarios. El país está dividido en dos regiones principales: Malasia Peninsular (donde se encuentran la mayoría de las ciudades) y Malasia Oriental en la isla de Borneo, donde reina la biodiversidad.

Culturalmente, Malasia es un mosaico. Puedes escuchar el llamado a la oración de una mezquita, el repique de campanas en un templo budista y los cánticos de un templo hindú… todo en la misma calle. La religión oficial es el islam, pero el país es oficialmente multicultural y multirreligioso. Las principales festividades incluyen el Hari Raya Aidilfitri (fin del Ramadán), el Año Nuevo Chino y el Deepavali (celebración hindú de la luz).

Su gastronomía es tan variada como su gente. El nasi lemak, arroz con leche de coco acompañado de sambal picante, huevo y anchoas, es considerado el plato nacional. Pero también puedes encontrar delicias como el char kway teow, los fideos indios roti canai, y el durián, una fruta tan apestosa como adorada.

En cuanto a naturaleza, Malasia no se queda atrás: cuenta con algunas de las selvas más antiguas del mundo, como Taman Negara, y con islas paradisíacas como Langkawi o Perhentian, famosas por su buceo y playas cristalinas. Además, es uno de los pocos lugares donde aún se pueden ver orangutanes en libertad, especialmente en Sabah y Sarawak, en Borneo.

¿Sabías que el nombre “Malasia” proviene del término “Melayu”, que hace referencia al pueblo malayo? Y aunque el idioma oficial es el malayo (bahasa melayu), también se habla mucho inglés, lo cual facilita la comunicación para viajeros.

Malasia es, en resumen, un país de contrastes armónicos: donde lo antiguo y lo moderno, lo salvaje y lo urbano, lo islámico y lo budista, coexisten con naturalidad. Un destino que no solo se visita, se saborea, se escucha y se vive.